sábado, 24 de agosto de 2013

24 de Agosto: Aniversário de Jorge Luis Borges e de Paulo Coelho


Em 1988, Paulo Coelho publicou seu livro de maior sucesso, O Alquimista. Você sabia que a trama desde livro está inspirada no conto História dos Dois Que Sonharam, do escritor argentino Jorge Luis Borges?
O Alquimista chegou ao primeiro lugar da lista dos mais vendidos em 18 países. É o livro brasileiro mais vendido da história, com mais de 10 milhões de exemplares comercializados. O Alquimista foi inclusive adotado em escolas da Europa e dos Estados Unidos. A obra foi adaptada para o teatro em diversos países e inspirou o compositor Walter Taieb a lançar o disco A Sinfonia do Alquimista.

HISTÓRIA DOS DOIS QUE SONHARAM
Jorge Luis Borges

O historiador árabe El Ixaqui narra este acontecimento:

Contam os homens dignos de fé (porém somente Alá é onisciente e poderoso e misericordioso e não dorme) que existiu no Cairo um homem possuidor de riquezas, porém tão magnífico e liberal que perdeu-as todas, menos a casa de seu pai. Diante disso, viu-se forçado a trabalhar para ganhar seu pão.

Trabalhou tanto que o sono venceu-o uma noite sob uma figueira de seu jardim, e ele viu no sonho um homem empanturrado que tirou da boca uma moeda de ouro e lhe disse: "Tua fortuna está na Pérsia, em Isfahan, vai buscá-la".

Na madrugada seguinte acordou e empreendeu a longa viagem, afrontando os perigos dos desertos, dos navios, dos piratas, dos idólatras, dos rios, das feras e dos homens. Chegou finalmente a Isfahan, e no centro da cidade, no pátio de uma mesquita, deitou-se para dormir.

Junto à mesquita havia uma casa, e, por vontade de Deus Todo-Poderoso, um bando de ladrões atravessou a mesquita, e meteu-se na casa, e as pessoas que ali dormiam, desesperando com o barulho, pediram socorro. Os vizinhos também gritaram, até que o capitão dos guardas-noturnos daquele distrito acudiu com seus homens e os bandoleiros fugiram pelo terraço. O capitão quis revistar a mesquita e lá deram com o homem do Cairo; açoitaram-no de tal maneira com varas de bambu que ele quase morreu.

Dois dias depois recobrou os sentidos na cadeia. O capitão mandou buscá-lo e disse: "Quem és tu e qual tua pátria?" O outro declarou: "Sou da famosa cidade do Cairo e meu nome é Mohamed el Magrebi". O capitão perguntou-lhe: "O que te trouxe à Pérsia?" O outro optou pela verdade e disse: "Um homem ordenou-me, em sonho, que eu viesse a Isfahan porque aí estava a minha fortuna. Já estou em Isfahan e vejo que essa fortuna que me prometeu devem ser as vergastadas que tão generosamente me deste".

Diante de tais palavras o capitão riu tanto que se viam seus dentes do siso e, finalmente, lhe disse: "Homem desajuizado e crédulo, eu já sonhei três vezes com uma casa no Cairo no fundo da qual há um jardim, e nesse jardim um relógio de sol, e depois do relógio uma figueira, e logo depois da figueira uma fonte e sob a fonte um tesouro. Não dei o menor crédito a essa mentira e tu, produto de uma mula com um demônio, não obstante vens errando de cidade em cidade baseado unicamente na fé de teu sonho. Que eu não volte a ver-te em Isfahan. Toma estas moedas e desaparece."

O homem pegou as moedas e regressou a sua pátria. Sob a fonte do seu jardim (que era a mesma do sonho do capitão) desenterrou o tesouro. Assim Deus lhe deu a bênção, recompensou-o e enalteceu-o. Deus é o Generoso, o Oculto.

(Do Livro das 1001 Noites, noite 351)



HISTORIA DE LOS DOS QUE SOÑARON
Jorge Luis Borges

El historiador arábigo El Ixaquí refiere este suceso:

Cuentan los hombres dignos de fe (pero sólo Alá es omnisciente y poderoso y misericordioso y no duerme), que hubo en el Cairo un hombre poseedor de riquezas, pero tan magnánimo y liberal que todas las perdió menos la casa de su padre, y que se vio forzado a trabajar para ganarse el pan.

Trabajó tanto que el sueño lo rindió una noche debajo de una higuera de su jardín y vio en el sueño un hombre empapado que se sacó de la boca una moneda de oro y le dijo: “Tu fortuna está en Persia, en Isfaján; vete a buscarla.”

A la madrugada siguiente se despertó y emprendió el largo viaje y afrontó los peligros de los desiertos, de las naves, de los piratas, de los idólatras, de los ríos, de las fieras y de los hombres. Llegó el fin a Isfaján, pero en el recinto de esa ciudad lo sorprendió la noche y se tendió a dormir en el patio de una mezquita.

Había, junto a la mezquita, una casa y por el Decreto de Dios Todopoderoso, una pandilla de ladrones atravesó la mezquita y se metió en la casa, y las personas que dormían se despertaron con el estruendo de los ladrones y pidieron socorro. Los vecinos también gritaron, hasta que el capitán de los serenos de aquel distrito acudió con sus hombres y los bandoleros huyeron por la azotea. El capitán hizo registrar la mezquita y en ella dieron con el hombre de El Cairo, y le menudearon tales azotes con varas de bambú que estuvo cerca de la muerte.

A los dos días recobró el sentido en la cárcel. El capitán lo mandó buscar y le dijo: “¿Quién eres y cuál es tu patria?". El otro declaró: “Soy de la ciudad famosa de El Cairo y mi nombre es Mohamed El Magrebí.” El capitán le preguntó: “¿Qué te trajo a Persia?”. El otro optó por la verdad y le dijo: “Un hombre me ordenó en un sueño que viniera a Isfaján, porque ahí estaba mi fortuna. Ya estoy en Isfaján y veo que esa fortuna que prometió deben ser los azotes que tan generosamente me diste”.

Ante semejantes palabras, el capitán se rió hasta descubrir las muelas del juicio y acabó por decirle: “Hombre desatinado y crédulo, tres veces he soñado con una casa en la ciudad de El Cairo en cuyo fondo hay un jardín, y en el jardín un reloj de sol y después del reloj de sol una higuera y luego de la higuera una fuente, y bajo la fuente un tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira. Tú, sin embargo, engendro de una mula con un demonio, has ido errando de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que no te vuelva a ver en Isfaján. Toma estas monedas y vete”.

El hombre las tomó y regresó a la patria. Debajo de la fuente de su jardín (que era la del sueño del capitán) desenterró el tesoro. Así Dios le dio bendición y lo recompensó y exaltó. Dios es el Generoso, el Oculto.

(Del Libro de las 1001 Noches, noche 351)


Este cuento de Borges forma parte de la 2a. edición del libro "Historia universal de la infamia", colección de historias cortas escritas por Jorge Luis Borges, publicada por primera vez en 1935 en la colección Megáfono de Editorial Tor (Buenos Aires), y cuya edición revisada por el autor se vuelve a publicar en 1954 en la editorial Emecé de Buenos Aires. Ya había sido publicado por separado en el Diario Crítica, el 23/6/1934. Borges señala al final del cuento que se trata de una traducción de la noche 351 del "Libro de las 1001 Noches."


Nenhum comentário:

Postar um comentário